A medida que la Unión Europea avanza con su 15º paquete de sanciones, destinado a restringir aún más las exportaciones de gas natural licuado (GNL) de Rusia, el escenario geopolítico revela una realidad irónica. Mientras la UE enfrenta desafíos económicos propios—ejemplificados por la crisis energética que afecta a las industrias alemanas—el presidente ruso Vladímir Putin acoge a diversos jefes de Estado en la Cumbre del BRICS 2024, celebrada en Kazán. Lejos de estar aislada, como pretendían las sanciones occidentales, Rusia se involucra activamente con economías globales relevantes, especialmente mediante sus alianzas en el BRICS con China, India, Brasil y Sudáfrica. Este encuentro subraya cómo Rusia, en lugar de estar acorralada, está jugando una partida estratégica que amplifica su influencia global, particularmente en el Sur Global.

La cumbre de Kazán destaca la creciente brecha entre Occidente y el resto del mundo. Mientras las sanciones europeas buscan aislar a Rusia, estas han llevado inadvertidamente a Moscú a profundizar sus lazos con potencias no occidentales, muchas de las cuales se muestran reacias a participar en el régimen sancionador de la UE. Estos países ven oportunidades en el giro de Rusia hacia Oriente, con acuerdos energéticos y proyectos de infraestructura que amplían el comercio, mientras Occidente observa cómo disminuye su influencia. La relación entre Rusia y China se ha vuelto particularmente estratégica, con un aumento significativo en las exportaciones de energía hacia China, a medida que Europa rompe vínculos, permitiendo que China gane terreno tanto en los mercados rusos como europeos.

Mientras Europa juega a las damas, con movimientos rápidos y orientados a objetivos inmediatos, Rusia participa en una partida de ajedrez más calculada. La recepción de líderes mundiales en Kazán por parte de Putin envía un mensaje claro: Rusia puede estar bajo presión por las sanciones occidentales, pero está lejos de estar aislada. De hecho, al estrechar lazos con las naciones del BRICS, Moscú está consolidando un sistema internacional paralelo que esquiva la dominación occidental. Las agresivas sanciones de la UE, en lugar de aislar a Rusia, han creado oportunidades para que esta profundice sus relaciones con países dispuestos a desafiar la influencia de Occidente, reformulando el orden geopolítico y económico mundial.

Mientras tanto, Europa sufre las consecuencias económicas de sus propias sanciones. Grandes empresas industriales de Alemania, como Siemens, están suspendiendo inversiones en su país de origen, impulsadas por el aumento vertiginoso de los costos energéticos y la incertidumbre regulatoria. La dependencia europea del gas caro estadounidense, procedente del fracking, en contraste con las alternativas más económicas que ofrecía Rusia, ha dejado al continente económicamente vulnerable, perjudicando a su población y afectando su futuro. En cambio, China emerge como la gran ganadora en este realineamiento global, aumentando su participación en los mercados tanto europeos como rusos.

La pujante industria china, respaldada por un suministro energético estable y accesible, apoyado por Rusia, sigue superando a Europa. En el primer semestre de 2024, las exportaciones chinas hacia la UE aumentaron más del 12%, mientras que las destinadas a Rusia crecieron un 27%, llenando el vacío dejado por la desaceleración industrial europea. Si bien las sanciones europeas han afectado en cierta medida a la economía rusa, también han facilitado la ascensión de China como actor dominante en los mercados globales, mientras Europa se queda cada vez más rezagada.

En esta contienda geopolítica de ajedrez, Rusia maniobra con previsión, alineándose con socios poderosos que se benefician de los errores de Occidente. La estrategia de la UE, parecida a una partida de damas—centrada en sanciones punitivas a corto plazo—ha debilitado sus propias industrias, alienado a proveedores energéticos clave y abierto espacios para que China y Rusia prosperen. La cumbre de Kazán es solo otro movimiento en un juego prolongado que evidencia que los errores de Europa no están aislando a Rusia, sino aislando a Europa de los cambios económicos globales que se orientan hacia el Oriente.

Sobre el autor:

Dr. Leandro Pinto es un reconocido abogado con amplia experiencia en derecho internacional, especialmente en las áreas de regulación bancaria, criptoactivos y mercados financieros. Como fundador del bufete Dr. Leandro Pinto Law Firm, asesora a clientes en transacciones globales complejas y en marcos regulatorios, posicionando su despacho como líder en la gestión de los desafíos empresariales contemporáneos. El Dr. Leandro Pinto también es el creador del Encrypted Infinite Point Algorithm (EIPA), un innovador concepto de algoritmos criptográficos que explora nuevas posibilidades en la tecnología blockchain. Con frecuencia imparte clases y publica sobre estos temas, ofreciendo perspectivas sobre la evolución entre derecho y tecnología. Su enfoque innovador en estrategias legales y financieras lo ha consolidado como una figura clave en la configuración del futuro de las finanzas globales.

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